martes, 26 de octubre de 2010

el domingo me volví vieja

Sencillamente el título lo dice todo. "El domingo" es una generalización, atribuyo mi vejez a la acumulación nociva para la salud de domingos implacables.
Me volví vieja al darme cuenta que digo que tengo que estudiar, y lo termino haciendo. Me volví vieja al levantarme sin resaca ni dolor de cabeza. Me volví vieja al ser las 7 de la tarde y estar pensando en la cena, porque a las 8 ya empiezo a pensar en el Lunes que ya ya ya llega...
Me volví vieja porque puedo ir a la plaza Alem con mi sobrina y no tengo ganas de irme, porque puedo quedarme horas disfrutando algo que años atrás solo hubiera tolerado unos pocos minutos.
Me volví vieja porque empecé a imaginarme con la panza de embarazo, y a preocuparme de ante mano con gastos de una casa que aún no tengo.

¿A que se debe entonces ese dejo de "rebeldía" que queda dentro mío? ¿A que se deben las preguntas y la inconstancia que sigo teniendo con todo, el 90% de las veces? A veces pienso que de vieja solo tengo los malos humores y la cara de perro. La costumbre y la preocupación.
Me volví vieja, pero lamentablemente no me volví sabia.

2 comentarios:

  1. Los domingos son asì, de hecho tengo un escrito que habla de eso...siempre llegàs a una vaga conclusiòn no tan vaga. Un beso linda.

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  2. voy con mi paracaídas a leerlooo!

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